miércoles, 19 de agosto de 2015

Carta de Pablo de Marinis a la comunidad de Sociología

Desde Imaginación Sociológica, espacio de graduados/as y docentes de la Carrera de Sociología, impulsamos la candidatura de Pablo de Marinis a Director de la Carrera de Sociología
(Elecciones: 7 al 11 de septiembre de 2015)

Carta de Pablo de Marinis a la comunidad de Sociología

Egresé de la Carrera de Sociología en 1991 (había ingresado al CBC en 1986, cuando éramos una pequeña pero hiperactiva carrera dependiente del Rectorado de la UBA y no integrada aún a ninguna facultad). Casi toda la década del ’90 viví fuera del país, en Alemania y en España, donde estuve realizando mi doctorado y trabajando en docencia e investigación. Al regresar al país, en 1999, me reincorporé a la que siempre consideré mi casa, ya como docente. Desde entonces, aquí estoy. Enseñando y aprendiendo, en la Carrera de Sociología y en el Doctorado de la FSOC, asentando mi cargo de investigador de CONICET en el Instituto de Investigaciones Gino Germani y colaborando desde todos esos lugares en la siempre laboriosa como excitante construcción de instituciones.

Hace unos pocos días, un conjunto de profesorxs, graduadxs y estudiantes (algunos encuadrados en espacios políticos de la Carrera y la FSOC y otros independientes) han propuesto mi candidatura como Director, y yo he decidido aceptar el desafío. Hace muchos años que intervengo en la discusión de la Carrera y la Facultad, siempre de manera activa y pública, y creo que, tanto en lo personal como en lo político-académico, ha llegado para mí el momento de pasar a asumir otro tipo de responsabilidadesque las que he tenido hasta ahora, que no han sido menorespero que han sido de otra índole.

Nuestra Carrera está atravesada por una potente tradición que no sólo es una fuente en la cual ineludiblemente hay que abrevar, sino que debería ser activamente reinventada, para ponerla a la altura de desafíos que, en parte, son de larga data, y en parte son enteramente nuevos. Para ello, hará falta mucha, realmente mucha imaginación sociológica, precisamente en el sentido que le daba Charles Wright Mills a esta expresión: esa capacidad mental que nos permite conectar eficazmente los más grandes acontecimientos epocales y civilizacionales con las más íntimas disposiciones personales, ánimos y voluntades.

Lo que sigue es un breve punteo de problemas y tareas que deberán ser discutidos arduamente en la Carrera, para alcanzar consensos y también para localizar y canalizar (amplia y democráticamente) los disensos que existen en una comunidad como la nuestra. Tanto unos como otros (me refiero a los consensos y también a los disensos) deberían servir para darle un fuerte impulso revitalizador a la Carrera y otorgarle el lugar que se merece tanto en el contexto de la FSOC como en el más amplio debate político-cultural del país y la región.

Desde luego, no pretendo partir desde cero. Algunas de estas tareas ya están en marcha, y habrá entonces que profundizarlas, radicalizarlas, multiplicarlas. Otras, serán enteramente nuevas, y para ello habrá que bucear en experiencias del pasado y tratar de aprender algo de ellas, aunque quizás no nos sirvan para mucho, y debamos, precisamente, imaginar nuevos espacios-tiempos para nuestra Carrera.

Como ven, con el entusiasmo mesurado que tengo, quiero ya mismo hablar en primera persona del plural. En ese tono, se me ocurre comentar que algunas de estas tareas las deberemos (y quizás podamos) encarar “puertas adentro” de la Carrera, impulsadas y coordinadas desde la Dirección, con el equipo de conducción y en el marco de la Junta de la Carrera. Otras, suponen un entramado institucional más amplio y complejo, y requerirán un estrecho trabajo de articulación con la FSOC y con la UBA (lugares acerca de los cuales, desde luego, también tendremos cosas para decir, aunque al tratarse en este caso de elecciones “de medio término” abundaremos mayormente en propuestas específicas para la Carrera).

Así, ha llegado la hora de iniciar un amplio y participativo debate que ponga sobre la mesa el plan de estudios actualmente vigente, de cara a su eventual reforma. Ese debate, que en parte ya se ha iniciado entre nosotros, en las gestiones anteriores y la actual de la Carrera pero también impulsados por otros diversos actores, tiene que llevarse a cabo de manera intensa (como siempre han sido todos nuestros debates) pero no por ello menos responsable. Porque hay en juego muchas cosas, y esas cosas no se pueden encarar con dicotomías simplificadoras y consignas de fácil mención pero de imposible concreción.

Porque en torno a los debates acerca del plan de estudios se condensa no sólo lo más obvio (un menú de materias y sus contenidos) sino también:

-personas que las imparten que tienen derechos laborales adquiridos(y que deben ser contemplados y respetados a rajatabla);
-desafíos epocales (es verdad, nuestro plan data de antes de la caída del Muro de Berlín, aunque quizás no residan allí sus problemas, porque si así fuera deberíamos renunciar a leer cualquier cosa que haya sido escrita antes de 1989, y no queremos dejar de hacerlo);
- la necesidad de diversificar los perfiles de nuestrxsegresadxs (ante un mercado laboral de cambiantes y volátiles humores que convierten en caduca cualquier presunta actualización al momento mismo de formularla), haciendo resonar en nuestras aulas también las voces de nuestrxsgraduadxs que han ensayado en ese mercado las más variadas y exitosas inserciones;
- la exigencia de incorporar de manera plena a las nuevas generaciones sociológicas sin dejar de aprovechar la valiosa experiencia de nuestrxscompañerxs más experimentadxs pero a la vez frenando la sangría de recursos valiosos, formadxs entre nosotrxs, y que por falta de contención o incapacidad de retención por parte nuestra buscan sus destinos profesionales en otras partes, y a menudo los encuentran;
- la necesidad de organizar la tan amplia, como rica y variada oferta de optativas, en el contexto de un esquema de orientaciones terminales;
- la urgencia por repensar la actual y piramidal estructura de cátedras, y por animarnos a nuevas e impensadas articulaciones con otras carreras y facultades;
- la búsqueda de articulaciones más variadas y creativas entre nuestrxs estudiantes y la investigación, que excedan y diversifiquen el destino de “carrera de becas” de organismos públicos;
- la necesidad de reflexionar sobre el decliveque ha experimentado la matrícula de estudiantes (no sólo en nuestra Carrera, sino en toda la FSOC) en los últimos años, por causas diversas que deberemos investigar, entre las que pueden contarse las nuevas ofertas de educación superior pero que seguramente no se reducen a ellas.

Por supuesto, por más que algunas de estas cuestiones puedandiscutirse y procesarse e incluso “resolverse” puertas adentro de la Carrera, sabemos que todo esto acontece en un contexto institucional que nos excede, y respecto del cual también queremos posicionarnos. Así, hace mucho tiempo ya que diversos actores dentro de la UBA impulsan una reforma política, y que juzgamos imperiosamente necesaria. La Carrera de Sociología, en el contexto de la FSOC, también tiene que ser una voz válida y audible en esos debates. La ampliación de ciudadanía en la Carrera a través de la profundización de la política de concursos para profesorxs y auxiliares y la obtención del salario para quienes aún permanecen bajo la lamentable figura del ad honorem tienen que tener su correlato, a nivel universidad, en medidas progresivas como el claustro único docente.

Como puede verse, en todas estas cuestiones (aquí esbozadas de una manera necesariamente pobre y esquemática, pero que deberán afinarse y profundizarse en el debate en los próximos días, meses, y años) hay implicadas muchas variables que no podemos siquiera controlar, pero a las que se impone encarar de frente y con fuerte imaginación (sociológica).

Este es sólo un primer mensaje de presentación de mi candidatura a Director de la Carrera de Sociología. En los próximos días daremos a conocer nuevas convocatorias a reuniones amplias en las que podremos debatir acerca de estos puntos y todos los otros que surjan.

Pablo de Marinis



Se reciben adhesiones en: imaginacion.soc@gmail.com

martes, 29 de octubre de 2013

SOBRE LA SITUACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES


SOBRE LA SITUACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

Los recientes acontecimientos que vivimos en distintas facultades de la UBA -tomas, cuestionamientos a los resultados electorales, impedimento de la elección de autoridades, entre otros- deben ser entendidos en el marco del proceso de decadencia institucional existente en nuestra Universidad, a su vez ponen en evidencia la notoria ausencia de debates de ideas y propuestas.

El carácter escandaloso de los estallidos no oculta el malestar existente frente a un proyecto académico en progresiva declinación, acentuada mercantilización y que pretende sostener un estatuto arcaico y regresivo cuya modificación se viene postergando indefinidamente con el solo propósito de sostener el estado de cosas existente. Se trata de un estatuto que privilegia a una elite política profesoral por sobre el conjunto de la comunidad académica. Ya se había asumido el compromiso de modificarlo, para ello se crearon comisiones de trabajo que pusieron en marcha el proceso de discusión, sin embargo, curiosamente, la única comisión que no se puso en marcha fue la encargada de discutir la reforma política. Es decir, se eludió la discusión donde se ponía en juego la democratización.

La UBA es una de las pocas universidades nacionales que no ha actualizado sus estatutos cuando existe una tendencia democratizadora que, más allá de sus limitaciones, ha permeado al conjunto de las universidades. Así se ha concretado en la mayoría de las universidades nacionales la ampliación de la participación docente y la realización de elecciones de representantes a través de procedimientos más transparentes y participativos. Ello se tradujo, fundamentalmente, en la construcción de claustros únicos docentes, la ampliación de la representación estudiantil y la incorporación de los trabajadores no docentes en los órganos de gobierno.

El debate por una democratización del gobierno de la Universidad no ha tenido una instalación seria y sistemática en ninguno de los ámbitos de nuestra facultad salvo coyunturalmente, en etapas electorales, donde ha primado un sentido más consignista y oportunista que de reflexión y organización y donde la participación en términos generales se redujo al activo de los distintos claustros.

El resultado de las últimas elecciones en las Carreras de la Facultad ha dado lugar a un cuestionamiento por parte del actual Centro de estudiantes, algunos partidos políticos de izquierda y la lista oficialista de la gremial docente al resultado de la Carrera de Sociología sin ahorrar agravios y descalificaciones. Curiosamente son varias las carreras que están en las mismas condiciones (Comunicación y Ciencias Políticas entre otras), es decir, donde si el voto fuera sin ponderación prevalecería la mayoría estudiantil. Por razones misteriosas en la única Carrera donde se realiza el reclamo es en Sociología. Los misterios en política suelen tener otro nombre, que poco tienen que ver con la transparencia que se proclama con ligereza.

Las reformas a encarar no pueden comenzar por desconocer los procedimientos electorales que han consagrado a las actuales autoridades en los distintos niveles de nuestra Facultad. Estos procedimientos, que son los más democráticos de la UBA, incluyen una representación igualitaria de los claustros en las Juntas de Carrera, la participación de los docentes interinos en el claustro de profesores y la elección directa de los directores. Por otro lado, las reglas fueron aceptadas de antemano por todos los contendientes y no existe ningún movimiento masivo de opinión que justifique fundadamente y con legitimidad un cuestionamiento al resultado electoral. Existe un remedo del movimiento que generó la elección directa en el 2002 que recuerda la famosa frase de Marx sobre la repetición de la historia. El actual proceso no tiene ni la masividad ni la mística de aquél, que bueno es recordar estaba inspirado en los sucesos del 2001. La falta de masividad se corresponde con la falta de legitimidad, así las ideas sin carnadura social derivan en un voluntarismo carente de anclaje social y de legitimidad.

La ausencia de una estrategia en la lucha por la democratización lleva a acciones que desconciertan a propios y extraños y a confundir los potenciales amigos con quienes encarnan la defensa del statu quo universitario. Sin estrategia, sin política de alianzas y sin un movimiento real de apoyo la democratización es una prenda de disputa partidocrática a espaldas de la comunidad académica. De esta manera se lleva a las legítimas banderas de la democratización a un camino sin salida.

Debemos asumir el desafío de abrir un proceso de reflexión, debate y organización tendiente a colocar en el ámbito de nuestra Facultad, de la Universidad y de la opinión pública nacional la discusión sobre las acciones necesarias para poner a la Universidad de Buenos Aires a la altura de su historia.

Creemos que la necesaria reforma del Estatuto de la UBA no será posible sin un proyecto que convoque las voluntades de todos aquellos sectores que realmente pretenden una universidad democrática. Llamamos a toda la comunidad de nuestra Facultad a encarar con seriedad ese proceso discutiendo con franqueza y profundidad más allá de las coyunturas electorales y con la mirada puesta en las necesidades colectivas, caso contrario estaríamos produciendo discursos y prácticas meramente oportunistas totalmente ajenas a las transformaciones que necesita nuestra Universidad.

Buenos Aires, 28 de octubre de 2013

IMAGINACION SOCIOLÓGICA
Espacio de profesor@s y graduad@s de la Carrera de Sociología

domingo, 8 de septiembre de 2013



Felicitamos a todos las/los consejeras/os de la Lista 205-Imaginación Sociológica de cada claustro que participarán en la próxima Junta de la Carrera de Sociología, y a nuestra candidata Alejandra Oberti, por su elección como Directora de la Carrera.
Saludamos a l@s, profesoras, graduados y estudiantes compañer@s de la Lista y a tod@s quienes apoyaron esta propuesta por el gran esfuerzo compartido que hizo posible un nuevo triunfo en la Carrera de Sociología, con la satisfacción por este logro fundamental del que nos enorgullecemos. A celebrar y continuar trabajando!!!
Los resultados completos de las elecciones en la Facultad de Ciencias sociales están en: http://www.sociales.uba.ar/?page_id=561